SUMAMOS JUNTOS: el AUGE de lo nuestro
Inauguro una serie para hablar de algo de lo que me siento sumamente orgulloso: mi patria.
Mi bandera: 🇪🇸
Dicen que uno no termina de conocer la cultura de su país, hasta que sale fuera.
Una verdad como un templo.
Uno aprende a valorar lo que tiene, cuando se le resta.
HISPANIA: nuestro marco histórico
Abordar un texto así, sólo puede hacerse desde la historia.
Somos quizás el país, con más libros de historia en su haber. Se ha escrito mucho y demasiado sobre España, un país que remonta su origen al imperio romano, desde el cual empieza a formarse nuestra lengua, la que usamos hoy.
En un país no derrotado por la división, la suma de nuestros hechizos locales crea el ingrediente perfecto para disputar la gran riqueza de su tierra. No solo sus recursos, nuestro recurso más trascendente siempre ha sido nuestro ADN.
Y es que el castellano, es sinónimo de claridad, amplitud de miras, y ambición.
Nuestros hermanos moros andalusíes, bien sabían que al cruce del estrecho se encontraba uno de los mayores centros culturales de la época.
Granada, una ciudad que era luz en la noche de los tiempos. Córdoba, su hermana, y unas cuantas otras que no vamos a citar pero que ya te imaginas que fueron ejemplo de lo suyo.
Quizás España no compitió en innovación desde la ilustración tras la revolución francesa.
Teníamos otros frentes. Los españoles nos venimos peleando entre nosotros mismos desde que España es España.
Costumbre forma carácter. Luz alumbra la sombra, y conocimiento es sinónimo de avances.
Que la tierra era redonda era voz populi, aunque te matasen por afirmarlo, y que unos cuantos locos, se aventurasen a demostrarlo, no fue una aventura sin preparar, ni un mera coincidencia.
América, no surgió, tampoco fue descubierta. Simplemente fue confirmada.
La izquierda social le debe más a Bartolomé de las Casas que a Marx, este último cegado por ideas falsas, que dejó que hasta sus hijos muriesen de hambre.
La bolsa, tiene su origen en España, porque es una forma de organización y optimización no solo financiera, sino social.
SOLIDARIDAD UNIVERSAL
La religión fue quizás uno de nuestros pormenores, la menarquia católica siempre ahondó en nuestra división.
El protestantismo, símbolo del avance científico, no llegó a nuestro país.
Hoy en día, somos líderes. Somos líderes en muchas cosas, pero si existe algo en lo que seamos líderes, es nuestra seguridad social.
Nuestros derechos adquiridos, nuestra empresa común que vela no solo por todos nosotros, sino que se prostituye por una idea de desaparición, que no solo trivializa y reduce a la más mínima reducción su esencia y su razón de ser.
Es lo que ocurre cuando se le pide peras al olmo, o cuando dejamos que los ladrones profesionales, o también llamados políticos, practiquen lo que saben, robar.
Nuestra universalidad y nuestros grandes principios de solidaridad no dependen de un ministro.
Dependen de nuestro hacer. Hagámosla.
Continuará.