SÍ ME ARREPIENTO pero lo volvería a sufrir por igual. LO QUE HE APRENDIDO
Si conocéis mi historia, no hace falta que me repita. Claro que estoy arrepentido, pero al mismo tiempo soy un gran afortunado, y no puedo agradecerlo más.
Iba por la vida con objetivos muy parecidos a los de ahora, con mucho más dinero, que por cierto, nunca lo pude disfrutar.
Pero con el alma rota, traumatizado por las decisiones de los otros, y con una ira que me hacía despertar a diario y adornar la ya de por sí triste realidad.
Soy una persona sumamente afortunada. No sé si llamarlo suerte, una carambola, una casualidad, o si simplemente fue la mano de Dios.
Descubrí mi gran propósito las pasadas navidades cuando sin esperarlo, habiendo perdonado ya a todos, pero sobre todo a mí; tuve el regalo más importante de mi vida, en medio de una sucesión de alegrías, cuando tuve la noticia de recuperar mi patria potestad.
Por tanto, no me cambiaría por nadie, tampoco extraño mis condiciones anteriores, me siento orgulloso de tener dolor como una secuela, que me llame a sentarme, tomar aire y continuar otro día más.
MILAGRO
Los milagros existen porque jugamos las mismas cartas constantemente, condicionando nuestra propia realidad en conjunción con nuestros grandes deseos.
Llámalo ciencia, llámalo progreso.
Otro quizás no lo pudo contar.
Yo sí.
Conseguí mi propio bastón a los treinta sin esperar a jubilarme. ¿Qué más puedo pedir?
CONDICIONALES
A esa culpa interna, a ese subconsciente que se aparece constantemente recordándote, por qué lo hiciste, podrías haber hecho lo otro, podrías, podrías…
Pero el presente no es un pretérito condicional simple, es lo que es, se tiene o no se tiene.
Y esa es la diferencia, la muerte valoriza toda la vida, porque cada uno de nosotros que esté en su sano juicio, pagaría absolutamente todo lo que tiene y más, por evitar la muerte.
PERDÓNATE
Es uno de los ejercicios más sumamente importantes que debemos de efectuar, como humanos que somos. Puede que seas una víctima de una o de varias malas decisiones.
¿Pero cómo lo hubieras hecho tú?
Pregúntatelo, quizás esas malas decisiones, no fueron a posta. No fueron mal intencionadas. Somos siete mil millones de personas y cada uno de nosotros somos distintos. Cada mente es un mundo.
No todo es una relación causa efecto. Ni todo tiene explicación razonable y lógica.
Somos seres emocionales.
Así que empatiza, rebaja la tensión y duerme bien esta noche para levantarte con fuerza mañana.