PRINCIPIOS. La verdad y la honestidad como forma de vida. PERDÓNATE
Puede que no siempre haya sido una persona totalmente sincera, pero llego el día que abrí los ojos. ¿Tú también los has abierto?
Quitate tu careta
Copio y pego desde el manuscrito que estoy escribiendo para tener buenas relaciones intra-personales, en un mundo cada vez más social, pero en el que pecamos de soledad.
La verdad. Todo en nuestra vida debe girar en torno a la verdad, si no la tienes, créala, pero no mientas. Mentir lleva a trampas, a problemas, a situaciones de la que quizás no sea fácil salir. ¿Te ha ido bien mintiendo? Pues te deseo mucha suerte si eliges el camino de la mentira. Ahora en serio, olvídate de mentir, no trae buenas consecuencias a nuestro camino. Y como solo buscas lo bueno, solo puedes hacer el bien. La única forma de atraer la perfección del amor y de las buenas relaciones a tu vida, es haciendo el bien desde la honestidad. Ser honesto es profesar la verdad.
Te contaré una historia que ha significado mucho para mí, y que me ha hecho siempre luchar contracorriente en una realidad que yo consideraba injusta, y como yo consideraba que era mi verdad, hasta que no lo conseguí no pude terminar de descansar. Y me ha llevado años.
En resumidas cuentas mi interacción fuerte con la salud mental empieza en mi adolescencia, cuando empiezo a buscar en internet soluciones a algo que yo veía que me ocurría, y hasta yo mismo se lo conté a mi médica de cabecera.
Doctora, creo que soy bipolar.
Otro día fue que se lo conté a mis padres, ellos me creyeron. Lo que yo no sabía con diecisiete años, es que mi abuela paterna se había suicidado delante mi primo cuando éste tenía cuatro años, tampoco sabía que mi tío, también por parte paterna, había hecho lo mismo, cuando solo, en una vorágine de alcohol y quizás drogas, el dolor le hacía imposible sus días junto con sus noches.
Por tanto, mis padres tomaron cartas en el asunto, cuando comencé la carrera empece a visitar a una psicóloga de los servicios sociales de la universidad de Salamanca, simplemente por precaución.
Llegó el día, llegó el día que tuve un problema bastante grande, me robaron en Madrid, y al día siguiente, me llevaron a un psiquiatra, recomendado por esta psicóloga.
Dijera lo que dijera, eso no iba a acabar bien. Y no acabó.
Unos años más tarde, tuve un segundo día que no olvidaré y que siempre recordaré, también mis padres me llevaron ante un juez para solicitar mi incapacidad parcial en el plano económico. La sentencia fue una curatela, de la que solo me he desprendido en diciembre del año pasado, luchando de todas las formas posibles hasta que otra jueza me dio la razón, y determinó que efectivamente soy una persona normal y corriente, que se puede gestionar su propia vida y que no necesita que su patria potestad esté rehabilitada en la figura de sus padres.
Es el sufrimiento lo que nos lleva a cometer actos de riesgo a favor de nuestra verdad, son las noches descansando mal, los suspiros, los recuerdos de ciertas palabras, los gestos recibidos, son tal cantidad de cosas que nos pueden sentar mal que perdonar es un acto necesario.
Pero no tienes porque perdonar a todo y a todos, simplemente te debes de perdonar a ti mismo, el único perdón importante es el tuyo, de hecho el perdón es un acto unipersonal, en el que sólo tú estás involucrado, no es una disculpa más. Perdónate.
Un mensaje equivocado
No es otro que: tienes que salir adelante solo. Tienes que hacerlo tú mismo. Nadie te puede ayudar, de ahí tienes que salir tú mismo.
Pues bien, a veces es necesario contar con alguien que nos ayude, que nos guíe, que nos apoye. Unas veces son nuestros amigos, otras veces son nuestra familia. Necesitamos ciertos cabrestantes, y ciertas bases que nos den seguridad, y como personas que se interacciones en grupos, nuestras otras “patas” son otras personas.
Eligelos bien, elige bien a tu pareja, a tus amistades, y a todas aquellas personas con las que vayas a pasar un tiempo significativo. ¿Hace falta que te lo explique? Creo que eres alguien muy inteligente, no hace falta ser superdotado para saber que una relación sana es la cura a muchos males, y una relación tóxica la entrada a muchas enfermedades. Ten cuidado de con quién te rodeas. Hazme caso, no vale que ella sea muy bonita, o que él sea demasiado guapo, o que tengan tal cosa, y tantos ceros en su cuenta bancaria. No importa, lo único que importa es tu salud y descansar cada noche.