Harta de canciones bonitas, Harta de que me bajes la luna, Harta y hasta al moño, de tu canción.
Falsas, falsas promesas. Falsas canciones de amor. Falsas noches en vela.
Falsas como un ladrón, que solo pudo con mi reloj de pulsera. Pero nunca pudo con mi corazón.
Que la frente tuve muy alta, porque ni un solo beso, ni uno solo, pudo llevarse con su canción. Que la sangre me sigue fluyendo. Que las neuronas me encienden mi sol.
Y en una isla desierta, sin una sola moneda, pude comprar mi punto com Y soñando con una balada bonita, de esas que te llegan, de esas que no te frenan. De esas que son honestas,… pude ver que fue ella, que la pronunció, otra como yo: una mujer.
Agustín Vivancos