Otorgar: y Cómo matar tres o cuatro Pájaros de un Tiro
La vanidad a veces lo es todo, y otras veces viene bien otorgarla.
Como siempre digo me gusta rodearme de personas inteligentes y siempre diré que he tenido una educación diseñada a medida por mis padres.
Tuve la suerte de cruzarme con buenas personas y muy competentes, pero ¿quién no se cruza con personas así?
¿Eres de los que aprovechan las oportunidades?
No es cuestión de Fe, o sí, me lío perdón.
No me gusta enlazar mis piezas, hay que poner fuera del foco a la distracción, y a pesar de que Google insiste en ello, hemos de tener en cuenta, de que en el SEO del siglo 22, ósea, ya. No es necesario porque ya la IA se encarga de atribuir los conceptos y menciones.
Entonces, hay citas que son verdaderamente obligadas y si son con enlace, pues mucho mejor.
Me crucé con Rodolfo hace ya casi dos décadas, y sigue al pie del cañón, la gente prolífica son los mejores en su campo. Y él, es uno de ellos:
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A mí también me han dejado plantado, sin ir más lejos, mi socio de Hoyred me dejó plantado y con un meme.
Ser agresivo es ser asertivo
¿Y qué? Cuando aceptas la agresividad como forma de vida, es todo o es nada, o me cobro todas mis deudas ahora, o no las cobro, las perdono.
Ahora está de moda hacerse el gallito, escribiendo tu lista o en tus redes. Lo siento machote de salón, pero hay algunos que nos han inculcado eso desde niños, te llevamos ventaja.
No hace falta que nos pongan la última de John Wyck, o que Tom Cruise se intente abrir la cabeza.
Lo tenemos de serie, y eso es muy peligroso, cuando vives al límite, tus acciones se proyectan en todas partes. Y la vida virtual ya nos conecta a todos, el metaverso no existe.
Entonces nuestra herramienta más astuta, o dicho de otra forma, nuestro misil balístico de mayor alcance. ¿Cuál es? ¿De qué arma estamos hablando?
Otorgar: el verbo prodigioso
Otorga, aunque estés escuchando que Hitler nació en Pekín y fue cuidador de ovejas en el Nepal, otorga, otórgalo.
Y cállate, y como mucho pon una sonrisa.
No hay más, señores. Hasta otra.