No tengo TARJETAS de visita, pero SÍ sé donde quiero estar dentro de 10, o 15 o 25 años, o los que sean.
Hay ciertas cosas que son inevitables. ¿Y una de ellas es el destino? Piénsalo, ¿serás tú también el que se mire al espejo dentro de 15 años? ¿El mismo?
¡Oh no!
Esas arrugas, esos granos que no cesan, esa voz que ya no tiembla.
Perdón me pongo en modo poeta.
Voy a ir al grano.
Yo cuando me miro al espejo me siento casi siempre satisfecho, no me miro si estoy más feo o menos guapo, o más viejo, lo que realmente valoro es si ese mismo reflejo que estoy viendo, se trata del mío.
¿Soy Agustín?
Quiero seguir apostando por mis principios y mis valores, porque son mi esencia, mi forma de operar (pero siempre un poquito más suave que ayer). Así que, no es mi culpa que no todo el mundo no se admire a sí mismo.
Yo intento hacer cosas dignas de admiración, porque soy el hombre del espejo.
The man in the mirror. Una maravilla de canción y de Michael Jackson.
Y que una estudiante irlandesa me la cantó a capela en un desván de Salamanca, de la que mejor no cuento la sensación física en mi entrepierna que llegó a crear sus vibraciones de onda. Pura física.
Todo este rollazo mientras hago la digestión de un banana split limeño, pero sin precio de Madrid.
¡Admírate!
Mírate al espejo y si al hacerlo no sientes nada, es que quizás tu referencia temporal es errónea.
No es que seas un fracasado, es que nada que sea natural tarda poco, salvo una eyaculación.
No invierto en cosas de esas de ICOs o de Apps.
Dixit por un tipo que se ha dedicado a impulsar apps de referencias, y entre otras fue afortunado de encontrar a Blablacar (o mejor dicho su bro) cuando no eran nadie.
Cuando yo lo conocí, yo era “alguien” y él se estaba haciendo camino. Ahora no soy nada, una mota de polvo, y él debe de ser una mala sombra de un hermano que sí que es un verdadero maestro. Si en algún momento vuelvo a tener que hablar con el Cabiedes verdadero, le diré que su inteligentísimo hermano se meó en mi proyecto.
Que burro que me he puesto hoy.
Estoy contento, Migro va viento en popa, tal como al principio rechacé ofertas de financiación, hace unas semanas fui yo el que confundido hice la búsqueda con los resultados ya previsibles.
Pero lo mejor es que seguiré siendo pobre el año que viene, quizás en dos no tanto, y ya en tres, cuatro, cinco… mi horizonte personal como persona que soy genera muchas discrepancias.
¿Pero y en quince años?
¿Podré cumplir mi sueño? ¿Podré lograr quizás casi un premio? ¿o no? Jajaja 😜
El que una startup que cambió el mundo, nunca necesitó financiación externa.
El mundo al revés, o es que no somos una startup y el concepto está ya demasiado prostituido… quizás sea eso.
Pues no he necesitado vender un solo bitcoin y no lo haré, porque en mi equipo nunca hemos estado mejor, somos una gran familia y nos conformamos con mi pensión vitalicia y poco más.
Para que veáis lo afortunado que soy, y en una decisión de gastar poco dinero obligándome a venir a un país más barato, he terminado de encontrar el último sentido del proyecto que le faltaba.
Enhorabuena Migrús (migrantes no sois o sí, qué sabré yo, me lo tuve que inventar).