Migración e integración
Ojalá existan muchos actores queriendo resolver los problemas que acarrean la migración de forma interdisciplinar.
Migro está a unas cuantas semanas de salir al mercado; hay una versión funcional antigua subida en www.migro.es.
Hacia los guetos virtuales
Viajando he observado unos sucesos peculiares: los españoles, cuando viajan fuera, tienden a agruparse con otros españoles, ya sea en grupos virtuales, bares, restaurantes, e incluso clubs privados en diferentes ciudades capitales de Latam en donde he estado.
Pero no solo lo hacen los españoles, sino todos, de cualquier nacionalidad.
Son grupos diversos donde la gente se ayuda mutuamente, hay buen rollo y comparten información, normalmente de primera mano, de los consulados.
Está más que comprobado que nuestras acciones son casi inseparables en lo físico y lo digital. Los migrantes no quieren sentirse solos; deben tener apoyos por parte de sus compatriotas, ya que, como alguien que ha emigrado varias veces, sé que no es fácil.
Pero hay que integrarse, buscar soluciones y relaciones con los locales, construyendo lazos donde sea posible, dando buena impresión, escuchando lo que nos cuentan y esforzándonos en conocer la cultura local.
¿Eso es integración?
Últimamente está sucediendo que, sobre todo migrantes irregulares que llegan a España desde África, reciben alojamiento, pero permanecen solos entre ellos, sin mezclarse. Van a clase y se preparan en cursos oficiales en gran medida. Y trabajadores sociales les ayudan con sus papeles, así como con la consecución de ayudas o la nueva que tendrán los menores al salir de los centros: algo más de 600 euros.
Somos nosotros y nuestras políticas los que, desde ya, estamos creando futuros criminales. Lo sé de buena tinta porque colaboro en el tema con Cruz Roja.