Los asusta-viejas y la teoría de la opinión contraria
Quienes controlan la narrativa puede que tengan posiciones interesadas para ejercer, a veces, miedo injustificado. Si hay un lugar donde los números traducen la psicología humana es en la bolsa.
Uno de los momentos más bochornosos en cuanto a política en lo que va de año fue ver a Trump regodearse de los billones americanos que habían ganado sus amiguetes de Wall Street. Supongo que ese tipo de favores se pagan bien. Y en los mercados financieros, cuando unos ganan, otros suelen perder.
La propia naturaleza de la economía premia el crecimiento de las buenas empresas en consonancia con el crecimiento demográfico y su enriquecimiento, que promueven el consumo y la inversión privada.
Hay analistas que llevan prediciendo una recesión años; todos los meses vierten información falaz en sus canales de YouTube o en sus páginas de opinión, porque es sencillamente lo que vende, y de esa forma luego dirán que acertaron, claro, pero llevan toda la vida diciendo lo mismo: alguna vez tiene que haber recesiones…
Yo intento analizar las causas que nos llevarían a un freno de la actividad económica y no veo grandes situaciones que desemboquen en una crisis profunda, sino que son todo efectos circunstanciales de poco alcance.
La inversión debe ser tu forma de rentabilizar tu ahorro y no puede sostenerse entrando y saliendo del mercado, sino permaneciendo siempre en él. Hoy sube en el premercado casi un 4 % el índice Nasdaq, y el S&P 500 tiene toda la pinta de que cerrará por encima de su media de 200 días, lo cual hace que mantenga su vertiente alcista intacta.
Cuando las bolsas retroceden no debe ser motivo de miedo, sino tiempo de comprar buenas empresas a mejores precios.
No hay que creerse ninguna noticia desoladora; simplemente se trata de comprar barato y vender caro, o, en otros casos, de comprar caro y vender aún más caro. Y para que todos, tanto grandes como pequeños, puedan encontrar la liquidez necesaria para poder comprar lo que necesiten, tienen que crear este tipo de noticias, narrativas y situaciones antinaturales de los ciclos económicos.
No nos dejemos llevar por los asusta-viejas y alegrémonos por la buena racha que llevamos los que no vendimos.