LA MANO EN EL FUEGO. La confianza y los versos amargos de la desolación.
Nunca pongas la mano en el fuego absolutamente por nadie. Te asombrará saber la cantidad de veces que somos vendidos.
La entereza es algo que va acrecentándose con el paso del tiempo. La gente habla mucho, ¿pero hablan bien de ti?
Yo prefiero solamente hablar para bien de cualquier persona, si no tengo buena opinión de esa persona prefiero el silencio.
La ternura hay que conocerla y el daño que pueden provocar las palabras es inmenso.
Ahórratelo
La confianza una vez que se pierde, empieza desde cero. Ten cuidado.
Es de ley ser bien agradecido y confiar en las personas adecuadas lleva tiempo.
Cuando trabajas en un puesto de responsabilidad, son tantas las comunicaciones diarias con tantas personas, que sólo querrás mantener diálogos en positivo.
Si eres jefe, te toca dar ejemplo, todas tus acciones estarán sometidas al escrutinio de tus súbditos.
Si cuando en la posada del fracaso, la vida pasa como un huracán, y en la calle pasa el hombre del traje gris como dice Sabina, aplícate y se honesto y tan honrado como puedas.