Cenizas de plástico.
Yo, que creía en el amor de verdad,
Entre sombras y ocasos de luz de cristal
me dejaste, más, como a uno más: desengañado.
Yo, que creía haber tenido lugar,
Más cerca que lejos de tu corazón, sea dicho que ese artilugio siempre supo brindar por el desamparo.
Tú, me tiraste a un baúl,
Como a uno más de tus muñecos descosidos.
Tú, que rimabas tan mal,
Menos para pedir cara, la limosna.
Tú, que sólo me has dejado cenizas de plástico en toda mi triste alcoba.
Y cenizas de plástico tengo al despertar,
Me dan tanta pena que me incitan a llorar.
Un buen día me cansé, decidí aplicarme con la escoba y limpiar toda tu basura y tirarla a un contenedor de esos, para reciclar.
Aún pienso, por error, que tú y yo, fuimos llamados al desamor por exceso de la sinrazón.
Y me doy ahora cuenta, que tú llamabas caro al amor.
Ahora ya es tarde, y ahora que ya no creo en tus verdades a medias.
Sólo me acuerdo, en tus malas artes sin improvisar, cuando buscaba la paz entre tus tetas de pega.
© Agustín Vivancos Cabrillana
Depeche Mode. Enjoy the Silence