EXPECTATIVAS. Actitud para vivir en paz. SATISFACCIÓN vs Felicidad
No sé lo que es la felicidad pero te cuento lo que sí es la INFELICIDAD, a veces es mejor conocer el antónimo.
Si tuvieras que montar un negocio de baterías de teléfono por ejemplo, los riesgos a evaluar en tu DAFO inicial podrían ganar por goleada a tus fortalezas.
Imagínate que se incendian todas las baterías, y que te causa un accidente, su manejo es muy delicado.
¿Qué riesgos estás dispuesto a soportar para vivir en paz?
Recuerdo que hace unos años cuando migré por primera vez a Latam, me expuse demasiado a los vendavales del amor y de las mujeres en concreto.
Así también aprendí a no hacerles demasiado caso, y fiarme mucho más de sus actos que de sus palabras, lo digo por las chicas tormentosas con las que salí.
También conocí a muy buenas personas, pero en este caso lo destacable va por la parte mala.
Cuando uno se vuelca en algo, se expone a su lado malo, y muchas veces uno se hace unas expectativas altas sobre algo y sobre alguien, y que finalmente no se dan.
Se acaba sufriendo.
La infelicidad no es un plato de buen gusto, tampoco la tristeza o la soledad.
Yo disfruto de la soledad cuando soy yo quien la elige, pero eso es otro tema.
¿Por qué esperamos tanto de los demás?
No lo sé, pero a mí me ha costado mucho aprender que no hay que esperar nada de nadie, y en caso de hacerlo, esperar siempre el peor escenario posible y disfrutar de las sorpresas positivas que nos brindan nuestras relaciones.
Conéctate contigo
Pero eso, quédate sentado sin esperar nada de nadie. No sé si serás feliz así, pero al menos no te creará infelicidad (o aún más) tras el consecuente chasco.
Cuando nos centramos en nuestro mundo interior, pocas cosas pueden deteriorarnos.
Los sinsabores son casi exclusivamente externos.
Por eso el budismo y prácticas que lo promueven, la meditación, la introspección, etcétera. nos ayudan no sólo a encontrarnos, sino a ser capaces de navegar por el mundo a nuestra medida y sin estropear nada a nuestro paso.
Es necesario pasar tiempo con nosotros mismos
Que no se te olvide, aún estés soltero, vivas en pareja o tengas una familia.
No dejes nunca de cultivarte y de cultivar tus propias aficiones.
Una conexión especial
Tener un perro o una mascota es otra fórmula idónea de dialogar más con uno mismo, aprovechando sus paseos. Por otro lado la relación con un perro, es algo de lo que no te puedes morir sin haberlo experimentado.