Empezar una guerra y perderla, no te convierte en víctima.
No te confundas. Yo sólo he terminado lo que tú empezaste.
Que lo digan Rusia.
¿Cuántos se creerán tu cuento?
Tú, idiota. Sí, tú. ¿Por qué sigues peleando con tu otro yo?
Aprende a tratarte bonito y a ser suave contigo misma, o contigo mismo.
Es una de las cosas más importantes en vida. Basta de reprocharte.