Cambios de hábitos y cambios de tendencia en la sociedad
Ya hemos hablado en este blog de la importancia que tiene sustituir un hábito no tan bueno por otro mejor. Es la forma de dejar de lado nuestras malas manías.
A nuestro cerebro no le gusta nada lo vacío ni lo hueco: tiende a llenar de pensamientos y diálogos todos nuestros rincones vírgenes.
El lenguaje interno y la salud mental
He escuchado esta semana a un psiquiatra de los buenos decir que los trastornos mentales son, en realidad, falta de lenguaje interno: falta de definiciones, de palabras, de un idioma y de una estructura capaz de tratar los diferentes estados de ánimo como algo normal.
Según él, el arte no es otra cosa que la terapia que nos autoimponemos para que nuestra mente deje de pensar en el “problema”. Este médico afirma que la depresión no es una enfermedad, y que la farmacología —sobre todo los antipsicóticos— tiene muchas carencias e incluso más riesgos que beneficios.
Con respecto a esto tengo mis diferencias, aunque concuerdo con gran parte de lo que dice como paciente clínico que soy.
Cambios de paradigma y hábitos sociales
Mi tema de hoy no es otro que analizar cómo, cada cierto tiempo, se produce un cambio de paradigma en la sociedad. Estos cambios nos obligan a construir o sustituir nuestros hábitos de consumo, e incluso nuestras necesidades.
El último gran paradigma ha sido la explosión de la Inteligencia Artificial y de los grandes modelos de lenguaje.
Ejemplos en los mercados
Si alguno de vosotros invertís en bolsa, recordaréis que cuando apareció ChatGPT, una de las acciones más beneficiadas fue Microsoft. No solo por su apoyo a OpenAI, sino porque parecía que, después de mucho tiempo, podrían darle a Bing la llave para desbancar a Google.
Aun así, incluso hoy, cuando busco un restaurante en Bing, el primer enlace puede mandarme al primer restaurante de Guatemala, por poner un ejemplo.
Google, en aquel momento, parecía tener mucho que perder. Sus acciones se castigaron con fuerza, al igual que las de Facebook, que quedó atrapada en su apuesta por el Metaverso y perdió un 70% de su valor en bolsa.
En esos momentos compré acciones de ambas compañías, y seguí comprando más cuando vi que aquel exceso de escepticismo solo era una gran oportunidad. Como dice la famosa frase: “hay que ser avaricioso cuando otros venden en manada”.
El caso actual: Duolingo, Salesforce y Adobe
Hoy en día pasa algo parecido con las empresas que, según dicen, van a verse muy perjudicadas por la IA: Duolingo, Salesforce e incluso Adobe.
El castigo menos comprensible es el de Duolingo, una empresa que crece a doble dígito y que en su último trimestre ha presentado los mejores resultados de su historia, con un fuerte aumento de márgenes netos y un crecimiento desmedido en su negocio.
Reflexión final
Siempre habrá alguien que diga que tus ideas no valen un duro.
Lo mismo pasa con las grandes empresas: primero se las castiga, después resurgen.
Con todo en la vida ocurre igual.
Démosle la importancia justa, es decir: ninguna.