306: Analogías y Dependencia
Gran parte de la base del razonamiento humano se basa en hacer analogías entre un ámbito y otro. Desde lo macro a lo micro, y desde lo pequeño de un ser, a toda la naturaleza y el universo.
Los físicos siempre estarán buscando una teoría que unifique la mecánica de los grandes objetos y masas y del mundo atómico y sub-atómico.
Escalas que tanto para un lado como para otro, no acabamos de comprender y comparar en nuestro cerebro, porque lo primero que nos viene a la mente cuando nos dicen que existen más estrellas que granos de arena tenemos en el mar, es que evidentemente, quizás no estemos solos en el universo.
La gravedad, y cómo los cuerpos influyen en otros, por el mero hecho de encontrarse cercanos, puede que nos diga que todo está interconectado, y que muchas veces el caos al mismo tiempo que es inexplicable, también puede ser entrelazable.
Volvamos a nuestro ámbito, más pequeño. Cuando comenzamos un tratamiento médico, o probamos con algún fármaco, tenemos el riesgo de depender de él, si con los días seguimos manteniendo la dosis, puede que nuestro organismo deje de producir las sustancias que estamos artificialmente nos está proveyendo un agente externo.
Hoy en día existen tratamientos y fármacos para todo, entonces es lícito pensar que a la industria farmacéutica lo que le interesa es crear enfermos, dependientes de sus “soluciones”.
Las sociedades y organizaciones mayores, no están exentas de lo mismo. Como ya contaba en mi anterior post sobre los compromisos, estamos viviendo un momento de incertidumbre con la guerra arancelarias impuesta por el nuevo gobierno norteamericano. ¿Pero y si es un mal necesario?
¿Y si estos aranceles llegan como mínimo 10 años tarde? China ha sido nuestro fármaco, pero una vez se ha hecho tan tarde se ha convertido en un gran problema que en occidente hemos producido, la deslocalización de la industria en Asia nos ha llevado a pasar a una economía basada en servicios, pero que por contrapartida ha destruido o está destruyendo muchos negocios de todos los tamaños, sin ir más lejos estamos asistiendo a cómo nuestros políticos prefieren dar espacio a que marcas chinas fabriquen en España, a favorecer a marcas europeas o españolas ante tal avance. Hace años nos hubiera parecido impensable que los chinos fueran hasta super nuestros vehículos, pero ya lo están haciendo. ¿Habéis visto que el coche de Xiaomi no es más que una copia “mejorada” de un Porsche?
China con sus superávit comercial, ha generado tales desequilibrios, que ahora ya es tarde para solucionar con medidas más políticamente correctas, y debemos dar paso a como cuando un fármaco nos produce más efectos secundarios, que efectos beneficiosos en nuestro organismo y no tenemos más solución que ponernos en manos de un cirujano.
Mal asunto.
A la política europea lo que le gusta es crear dependencias, y aún más a la de nuestro país, y de esta manera lo único que estamos consiguiendo es empobrecernos, crear divisiones, y crecer menos económicamente. Por ejemplo, en nuestro país todo lo que depende de lo público es regado con desmesuradas partidas presupuestarias.
La primera medida para incrementar nuestro gasto en defensa pasa por subir los sueldos a los militares, cuando ya se lo hemos subido a pensionistas, trabajadores públicos, y damos ayudas hasta a los inmigrantes irregulares cuando salen de un centro de acogida, al igual que los presos. Promoviendo así un efecto llamada, que hará que España siga recibiendo cada vez más inmigrantes a costa de bajar nuestro nivel adquisitivo, porque aquí falta todo en lo que China ha sobrado: planificación.
¿Cómo han llegado a estar al mismo nivel que el europeo en motores de combustión? A base de crear joint ventures, empresas conjuntas, que comparten todo tipo de información intelectual, han sido nuestra fabrica, les hemos donado el saber, y ahora se han hecho tan grandes, que obviamente están obligando a tomar partida por un bando u otro. Mal asunto.