301: ¿Y tú qué hubieras hecho?
Cuando era pequeño me encantaba tirarme en bici hacia abajo de la cuesta bogante de El Burgo, mi pueblo. Una vez me fallaron los frenos y el diente casi se quedó allí también.
Me dispuse a caer, viendo a mis dos lados: margaritas y dientes de león.
Para llegar a los girasoles, se necesitaba un nuevo esfuerzo.
Lo que la vida me arrebató fueron más que silencios.
Amistades rotas, sueños perdidos, varios tonos, y timbres que te cuelgan.
Y esas imaginaciones que no casan con mi caminar, aquí quizás , otra vez puede que estén.
No me hizo falta tener razón, encontré un hueco en la desolación.
Pero di un sólo paso hacia abajo, porque la vida me puso un freno.
Pero gracias a Dios, que están los sueños que aún dispongo de ellos.